| La Experiencia Internacional
2004-05-31 12:45:57
Chile es considerado uno de los países pioneros de América Latina en la acreditación de carreras de pregrado, tanto por lo avanzado del proceso, como por la forma de abordarlo. |
La calidad de la educación superior es una preocupación vigente en gran parte del mundo. La respuesta más frecuente a esto ha sido el desarrollo de sistemas de aseguramiento de la calidad, y este es el caso de, al menos, 60 países.
Se trata de sistemas jóvenes, que responden a los procesos de masificación y diversificación de la educación superior en el mundo y, por lo mismo, en su mayoría no tienen más de 15 años de desarrollo. La excepción la constituye Estados Unidos, que en 1847 redacta los primeros criterios de evaluación profesional.
América Latina
En este contexto resulta interesante la experiencia latinoamericana, por tratarse de un esfuerzo sistemático y coherente con el resto del mundo. En Chile, el Consejo Superior de Educación inició en 1990 procesos de evaluación institucional, destinados a las nuevas instituciones de educación superior privadas. Cinco años más tarde, la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica (CONICYT), hizo lo propio con programas de postgrado ofrecidos por universidades autónomas y, en 1999 la Comisión Nacional de Acreditación de Pregrado (CNAP) inició el desarrollo de procesos de acreditación de carreras de pregrado ofrecidas por instituciones autónomas y, desde comienzos del año pasado, procesos de evaluación institucional.
Colombia es otro de los países adelantados donde operan diversos mecanismos de acreditación desde 1995. En Argentina comenzaron un año más tarde.
Existen diferencias en el origen y desarrollo de estos procesos. Mientras algunos países optaron por promulgar leyes y, sobre la base de ello construir sus sistemas, otros comenzaron con procesos experimentales para concluir con la generación de un marco legal. Esto último sucedió en Chile, donde se optó por crear un organismo técnico, la CNAP, encargado de estudiar el tema, desarrollar procedimientos de acreditación y elaborar una propuesta de aseguramiento permanente de la calidad de la educación superior, propuesta que fue recogida posteriormente por el Ministerio de Educación y enviada al Congreso como proyecto de ley, actualmente en tramitación. Estas diferencias obedecen a que cada país ha definido focos y formas de acreditación distintos, dependiendo de sus realidades nacionales y grados de desarrollo.
Esfuerzo Global
Pero como el interés por asegurar la calidad traspasa fronteras, algunos gobiernos han ido más lejos, concretando iniciativas regionales, entre las que destacan el MERCOSUR, incluyendo Bolivia y Chile, el Consejo Centroamericano para la Acreditación y el Consorcio Nórdico, formado por Dinamarca, Finlandia, Suecia y Noruega. Además existen acuerdos transnacionales para la acreditación de carreras específicas, como el Acuerdo de Washington destinado al reconocimiento de la formación de Ingeniería.
Toda esta preocupación por los estándares de calidad en la educación superior ha estimulado la creación de diversos organismos internacionales, tales como la Red Internacional de Agencias de Aseguramiento de la Calidad (INQAAHE), que opera desde 1991 y cuenta con más de 100 miembros en 60 países y, más recientemente, la Red Iberoamericana para la Evaluación y la Acreditación de la Calidad de la Educación Superior (RIACES) donde participan todos los países Iberoamericanos.
Fuente: Comunicaciones CNAP. |
