Lo que comenzó como un ramo optativo, hoy para Wido Martínez, Marjorie Schwartz –alumnos de técnico en acuicultura-, Claudia Manosalva y Nicolás Jaramillo, de ingeniería en acuicultura, se ha transformado en una experiencia que ha contribuido enormemente a su aprendizaje. Gracias a un contacto que el profesor del ramo, Javier Quevedo, hizo con el veterinario de la municipalidad de Padre Las Casas, los cuatro alumnos comenzaron a trabajar con tres personas de distintas comunidades de esa localidad quienes, buscando maximizar los beneficios de sus colectores de agua para regadío -hace aproximadamente dos años- decidieron cultivar truchas.
El trabajo realizado por los alumnos contempla varias etapas: tras caracterizar el estanque, es decir, especificar sus dimensiones, la etapa siguiente –y en la que se encuentran actualmente- consiste en especificar el agua, donde evaluarán la factibilidad del cultivo de las truchas. Próximo a esto, los resultados obtenidos se traducirán en: una cartilla que quedará en manos de los comuneros, donde se ilustrará el manejo de los peces y el estanque, además de un paper, más elaborado y técnico, que quedará en la Escuela de Acuicultura.
INUSUAL ALIMENTACION
Si bien esta nueva forma de enseñanza permite a los alumnos aplicar directamente lo aprendido a través de guías o papers, lo inusual de esta experiencia se da en las mismas truchas, las que son alimentadas con pan, el mismo que comen los miembros de la familia que los cría. A pesar que, según los cuatro alumnos practicantes, este tipo de alimento por su alto contenido en carbohidratos es de difícil digestión, los peces se han desarrollado dentro de los parámetros normales.
Por el resultado que este tema lograra tener, Raúl Cuevas y Luis Urra, dos alumnos de ingeniería en acuicultura y que realizan el ramo “acuicultura experimental”, decidieron investigar más a fondo sobre esto y, tras la hipótesis de que las truchas se alimentan con mosquitos que se encuentran en los estanques, realizan un experimento para comprobarlo.
MEJORAS
Aunque aún este “nuevo cultivo” se utilice principalmente para subsistir, algunas de las personas involucradas no descartan la posibilidad de vender sus “productos”, transformando esta experiencia en una nueva forma de conseguir ingresos, sin incrementar considerablemente sus gastos o transformar sus hábitos, es decir, integrar el cultivo de peces a su forma de vida, pues los mapuche no tienen incorporado entre sus insumos alimenticios la pesca.
Para lograr con éxito estos objetivos, quienes deseen cultivar sus truchas tendrán que considerar por ejemplo, la incorporación de lombrices a la alimentación de las truchas, o mejoras a los contenedores de agua pues, al estar estancada, no presenta las condiciones óptimas para desarrollar el cultivo de peces.
Si bien el trabajo de los alumnos, por ser parte de un ramo, se extenderá hasta fines de este semestre, se espera que nuevos profesionales trabajen con los comuneros, pues el tema, desde el punto de vista biológico y social, resulta muy interesante. |