Es un consenso generalizado que necesitamos una educación de calidad, que sea equitativa para todos los chilenos. Pero, ¿dónde nos encontramos entrampados? Percibimos en torno nuestro, tanta desinformación, tanta manipulación de nuestros jóvenes y universitarios que han asumido la vía de la violencia, con paros, tomas y otros caminos, antes de seguir en el diálogo ya iniciado después del movimiento de los “pingüinos” que nos hizo despertar, para postular a una educación renovada que le permita a todos los chilenos satisfacer sus necesidades de una debida formación y capacitación, para una vida digna y feliz, con plena realización, de los anhelos personales de cada uno.
Hoy quisiera decirles, muy de corazón: ¡Jóvenes, estamos haciendo todo lo que podemos por ustedes, para procurarles una educación de buena calidad! Hemos trabajado con expertos, con gente muy capaz y generosa, para responder a los grandes desafíos que nos presentan nuestros tiempos. ¡Existen problemas, dificultades que junto con ustedes debemos superar! No se dejen sorprender por falsos agoreros, con promesas imposibles. La educación necesita procesos, tiempo, recursos económicos para su maduración y el logro de las metas.
Necesitamos una ley de educación, perfeccionable, que nos señale el camino. Es una riqueza contar con una educación mixta, que nos procure una muy buena educación pública, pero también, aprovechar los esfuerzos privados, para quienes elijan este camino. Quiero dejar establecido, que el lucro no es siempre sinónimo de robo; muy por el contrario, es la justa remuneración para dar un buen servicio.
¡Qué dolor me da las clases perdidas en nuestras Universidades y colegios! ¡Jóvenes, eso les daña solamente a ustedes, pues disminuye su capacitación y daña el prestigio de los planteles que se esfuerzan por servirles! ¡Organícense y no se dejen manipular por unos pocos inescrupulosos que sólo pretenden el caos y la anarquía, y no les importa nada su educación! |
